Neumático en proceso de revisión de presión en Buitrago Centros.

Cómo afecta la presión de los neumáticos al consumo de combustible

Cuando pensamos en el consumo de combustible de nuestro vehículo solemos relacionarlo con factores como la potencia del motor, el peso del coche o la forma de conducir. Sin embargo, existe un elemento clave que a menudo pasa desapercibido y que influye de manera directa en el gasto de carburante: la presión de los neumáticos.

Unos neumáticos con la presión incorrecta no solo afectan al bolsillo, sino también a la seguridad al volante y al estado general del vehículo. Por eso, conocer cómo funciona esta relación es fundamental para cualquier conductor que quiera ahorrar combustible, reducir emisiones y alargar la vida útil de sus neumáticos.


¿Por qué es tan importante la presión de los neumáticos?

Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche y la carretera. Una superficie de apenas unos centímetros cuadrados por rueda sostiene todo el peso del vehículo, transmite la potencia del motor al asfalto y garantiza el agarre en frenadas y curvas.

Para que puedan cumplir su función de forma correcta, deben mantener la presión recomendada por el fabricante. Esta información aparece tanto en el manual del vehículo como en una pegatina que suele estar en la puerta del conductor o en la tapa del depósito de combustible.

Cuando los neumáticos no tienen la presión adecuada, el equilibrio entre seguridad, rendimiento y consumo se rompe.


Presión baja: más resistencia y más gasto

Uno de los errores más comunes es circular con los neumáticos por debajo de la presión recomendada. Este descuido provoca que aumente la resistencia a la rodadura, es decir, la fuerza que necesita el motor para desplazar el coche hacia delante.

  • Con presión baja, los neumáticos se deforman más al girar.
  • Esa deformación genera fricción extra contra el asfalto.
  • El motor debe trabajar más para vencer esa resistencia.

El resultado es claro: un mayor consumo de combustible. Según la Comisión Europea, circular con una presión de neumáticos inferior en 0,5 bares a la recomendada puede aumentar el consumo entre un 3% y un 5%.

Además, la baja presión provoca un desgaste prematuro de las ruedas, sobre todo en los hombros (los laterales del neumático), acortando su vida útil y aumentando el riesgo de reventón.


Presión excesiva: menos agarre y desgaste irregular

El otro extremo también es perjudicial. Muchos conductores creen que inflar los neumáticos más de lo necesario reduce el consumo porque disminuye la resistencia al rodaje. Si bien esto es cierto en parte, las consecuencias negativas superan cualquier posible ahorro.

Con una presión demasiado alta:

  • La superficie de contacto con la carretera se reduce.
  • El neumático pierde capacidad de adherencia, sobre todo en mojado.
  • El desgaste se concentra en la zona central de la banda de rodadura.

Esto significa que el coche puede resultar menos seguro en frenadas de emergencia o curvas cerradas, y además obliga a cambiar los neumáticos antes de tiempo por el desgaste irregular.


La presión correcta: seguridad y eficiencia

El punto óptimo está en mantener siempre la presión exacta que indica el fabricante. No se trata solo de inflar los neumáticos “a ojo” o de forma aproximada, sino de asegurarse de que están calibrados de manera precisa.

Con la presión correcta:

  • El neumático tiene un agarre óptimo, mejorando la estabilidad y el control.
  • El coche circula con menor resistencia al rodaje, lo que supone un ahorro de combustible.
  • Los neumáticos se desgastan de forma uniforme, prolongando su vida útil.
  • Se reducen las emisiones contaminantes al gastar menos carburante.

De hecho, diferentes estudios señalan que un correcto mantenimiento de la presión puede suponer un ahorro de hasta 200 euros al año en combustible para un conductor medio.


¿Cada cuánto revisar la presión de los neumáticos?

La recomendación de los expertos es revisar la presión al menos una vez al mes y siempre antes de realizar viajes largos.

También conviene tener en cuenta que la temperatura exterior afecta directamente a la presión:

  • Con el calor, el aire dentro del neumático se expande y aumenta la presión.
  • Con el frío, ocurre lo contrario, y la presión disminuye.

Por eso, en cambios de estación es especialmente importante comprobar y ajustar los niveles.


Otros factores a tener en cuenta

  • Carga del vehículo: cuando viajamos con el maletero lleno o con varios pasajeros, la presión recomendada suele variar. Es fundamental comprobarla en el manual del fabricante.
  • Tipo de conducción: un estilo de conducción más agresivo (con aceleraciones y frenazos bruscos) exige todavía más atención a la presión para garantizar la seguridad.
  • Estado del neumático: la presión correcta es clave, pero también lo es el buen estado general del neumático. Cortes, deformaciones o un dibujo por debajo de 1,6 mm pueden comprometer la seguridad.

Conclusión

Circular con la presión adecuada en los neumáticos es mucho más que una cuestión de ahorro de combustible. Es una garantía de seguridad, eficiencia y durabilidad para tu vehículo.

No revisar la presión con frecuencia puede suponer un gasto extra de carburante, un desgaste prematuro de los neumáticos e incluso un mayor riesgo de accidente.

En Buitrago Centros te ayudamos a mantener tus neumáticos siempre en perfecto estado, revisamos y ajustamos la presión para que conduzcas con total seguridad y eficiencia.

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