Los faros son una de las piezas mecánicas que más sufren al estar en contacto con el exterior todo el tiempo, hasta tal punto de que con el paso de los años hay que hacer un pulido de faros en un sitio especializado como Buitrago Centros.
En este taller mecánico de Granada nos pueden ayudar a poner nuestras luces en perfecto estado, pues son profesionales especializados en este tipo de trabajos.
El exterior de los faros sufre todo tipo de agresiones
La parte externa de los faros, tanto los delanteros como los traseros, sufren todas las agresiones propias de ir a la intemperie.
Los delanteros en especial son los que más expuestos están tanto a golpes con otros vehículos, como en los garajes, chinazos de los camiones, tierra de la propia carretera, sal en invierno, cambios bruscos de temperatura, etc.
El sol es su peor enemigo
De todos los “ataques” por parte de los elementos a los que se ven sometidos los faros el peor de todos es el sol.
El dispersor, que es como se llama este plástico tiene una capa de resina transparente para que esté protegido que poco a poco se va cuarteando y estropeándose. Esto es más acusado en los coches que pasan mucho tiempo en la calle y el resultado es que el faro se va volviendo opaco cuando ya no tiene esa protección.
Un faro cuyo plástico exterior está opaco no ilumina como debe y lo peor es que no nos damos cuenta, pues esa opacidad se va creando de manera progresiva a lo largo del tiempo.
Nosotros no vemos bien y el resto de los conductores tampoco nos ven, de manera que hay que ponerse manos a la obra para solucionar el problema cuanto antes.
Para eliminar la opacidad de los faros hay que ir a un profesional
En Internet vamos a encontrar todo tipo de trucos para que los faros de nuestro coche vuelvan a ser transparentes, pero sirven de poco.
No hay mejor remedio para estos casos que el pulido de faros. Lo podemos hacer nosotros en casa, pero siempre recomendamos llevar el coche a un taller mecánico que sea especialista.
¿Por qué ir a un taller y no pulirlo nosotros?
Es cierto que nosotros podemos pulir los faros en casa, pero para ello necesitamos herramientas y una serie de productos cuyo precio es más que probable que supere a lo que nos van a cobrar en un taller especializado.
Además, para pulirlos bien hay que desmontarlos algo que no está al alcance de cualquiera, pues en algunos modelos quitar todo el faro no es nada sencillo.
Al pulirlos hay que restaurar la capa de barniz exterior, algo que en casa no se suele hacer o no se hace bien, con el resultado de que a los pocos meses de haber hecho el pulido los faros se comienzan a oscurecer de nuevo.
No debemos olvidar limpiar los faros
A veces la parte exterior del faro no necesita ponerse opaca u oscurecerse para que nuestra visión quede limitada.
En determinados ambientes, la suciedad se va acumulando hasta que deja al faro “ciego”, de manera que cuando los tenemos que usar en carretera la distancia a la que iluminan se acorta mucho, lo cual puede ser un problema muy serio cuando hay niebla, nieva o llueve mucho.
De esta manera, cada vez que lavemos el coche dedicaremos unos segundos a hacer lo mismo con los faros, con el fin de que queden relucientes e iluminen bien.
Hay que mantener las luces a la altura correcta
La altura de las luces es algo a lo que también hay que prestar atención. De hecho, una de las primeras pruebas de la ITV es mirar si están a la altura correcta.
Unas luces muy bajas no alumbran apenas y unas muy altas tampoco lo hacen, además de que en este caso son peligrosas para el resto de los usuarios de la vía, que se verán deslumbrados cada vez que circulemos de noche.
El agua es uno de sus enemigos
Los faros tienen varios mecanismos para que el agua no entre dentro y para que no haya condensación, con juntas en lugares específicos e incluso sistemas de ventilación redundantes, pues los fabricantes saben lo importante que es que no se empañen.
Unos faros empañados son un problema que afecta nuestra seguridad, de manera que si nos damos cuenta de que no es algo puntual habrá que ir al taller. A veces, parece que la parte exterior está nueva, pero con el tiempo se van produciendo microrroturas que dejan pasar la humedad y el agua al interior.
Dentro de los elementos de seguridad del coche, los faros son uno de los más importantes pese a que les prestamos poca atención. De ellos depende el poder ver de noche y cuando el clima es adverso, y que otros conductores nos vean a nosotros para que no se produzca un choque por alcance.