Si el nivel del líquido refrigerante está por debajo del mínimo el calentón está casi asegurado. Si existe fuga, puede ser además un motivo de avería que junto a las altas temperaturas lleve al sobrecalentamiento del motor.
En este caso, lo mejor es rellenarlo. Se hace con el coche en marcha, pero siempre frío, pues si abrimos el vaso de expansión con el motor caliente acabaremos en un hospital con quemaduras.
Arrancamos el coche, recordemos de nuevo que el motor debe estar frío, abrimos el vaso de expansión y ponemos un poco de refrigerante. Es posible que el nivel baje conforme llega a todo el motor, de manera que ponemos más hasta dejarlo entre el mínimo y el máximo.
Las altas temperaturas son un problema para el coche en verano. Afecta a las ruedas, a los frenos, al gasto de combustible y, sobre todo, al motor. Con un poco de cuidado y el mantenimiento adecuado no deberíamos tener problemas, pero conviene estar siempre muy atentos al indicador de temperatura.