De todas las partes mecánicas de nuestro vehículo, una de las más desconocidas y a la que hacemos menos casos es a la correa de distribución, una pieza que, a pesar de su simpleza, es fundamental para el correcto funcionamiento del motor.
Al contrario que una batería de coche, que tiene una duración reducida, la correa de distribución dura mucho, lo que hace que no nos acordemos de cambiarla. Este olvido puede tener consecuencias nefastas para el motor del coche, de manera que hay que tenerla siempre en cuenta.
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución es la que sincroniza el funcionamiento del motor. A través del movimiento del cigüeñal y del árbol de levas hace que las válvulas de admisión y escape abran y cierren los cilindros, dentro de los cuales están los pistones.
En casi todos los modelos, se encarga también de varias bombas como las del agua, el aceite y la inyectora, así que nos podemos hacer una idea de la importancia de una pieza tan sencilla. Debido a la intensidad de su labor, suele ser uno de los componentes que más se desgastan, causando averías bastante caras si no se detecta a tiempo el problema. Sin embargo, es muy inusual que te pille por sorpresa una rotura de la correa si prestamos atención al ruido que genera en el interior del vehículo cuando está en mal estado.
Más adelante, entraremos en detalle sobre esta pieza, su vida útil y en cuánto oscila su reparación, en función del momento en el que nos percatemos de la avería.
Tipos de correa de distribución
En cuanto a los tipos de correa de distribución tenemos dos. El primero, que puede ser de goma, caucho o nailon, y el segundo que es de cadena.
Ambos tipos tienen ventajas e inconvenientes, de manera que habrá que tenerlos en cuenta a la hora de comprar un coche, sabiendo que los cambios de correa son costosos y que la cadena requiere de cierto mantenimiento.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar la correa de distribución?
Para saber cada cuánto tiempo se cambia la correa de la distribución de nuestro coche no hay más que consultar el manual.
Ahí nos dirá cada cuántos kilómetros se cambia o cada cuántos años si no hemos llegado a esos kilómetros. Además, nos indicará en qué condiciones hay que sustituirla antes de tiempo, pues dependiendo de cómo y dónde circulemos los tiempos se acortan.
Podemos decir que la media es de unos 100 000 kilómetros y de cinco años, pero siempre hay que mirar el manual del coche para ver qué nos indica el fabricante.
Cuando la cambiemos, lo mejor es ir a un lugar de confianza y en donde hagan las revisiones oficiales (no tiene que ser el taller de la marca). Es una operación compleja y que mal hecha puede dañar el motor de nuestro coche.
¿Qué pasa si se rompe la correa de distribución del coche?
En el caso de que la correa de distribución se rompa nos podemos encontrar con dos escenarios, uno bueno y uno malo.
Si tenemos un motor de los denominados “de no interferencia”, lo único que ocurrirá es que nos quedaremos “tirados”. En estos motores, las válvulas y los motores no llegan a chocar y la rotura de la correa no generaría consecuencias en el motor.
El peor de los escenarios ocurre cuando nuestro motor es de interferencia, que son casi todos los del mercado. Aquí el movimiento interno del motor se desincroniza y, dicho en palabras sencillas, acaba destrozado. En muchos casos la reparación es tan costosa que el coche acaba en el desguace.
¿Cuánto cuesta cambiar la correa?
Cambiar la correa es costoso, no por la correa en sí, sino por la mano de obra. En realidad, la correa apenas vale unos pocos euros, pero en el taller pasan horas para poder acceder a ella y sustituirla.
Además, hay que tener en cuenta que en muchos casos se cambia la bomba del agua, correas de accesorios o incluso tensores. Con esto nos aseguramos un mantenimiento completo de los componentes internos del vehículo.
De esta manera, en un taller profesional nos costará entre 400 y 500 € de media, dependiendo de nuestra marca y modelo de coche. Como hemos comentado, la mano de obra afecta mucho al precio y el grado de complejidad en la sustitución de la pieza supondrá ese plus en la factura.
Llevar tu vehículo a revisar la correa
Si sospechamos que la correa está a punto de dar problemas, o hemos comprado un coche de segunda mano y no nos fiamos de los mantenimientos, lo mejor es que llevemos nuestro coche para que le revisen la correa.
Dependiendo del modelo de coche, esto será más o menos factible, pero los mecánicos nos podrán decir su estado, bien mirando la correa de distribución o bien mirando el estado de la correa de accesorios si la de distribución está muy escondida.
Sea como fuere, la correa de la distribución es algo que debemos tener siempre en cuenta, pues si se parte, lo normal es que destroce el motor de nuestro coche y tengamos que comprar otro con el gasto que esto supone.